Perfil del Orientador

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  Promover el desarrollo emocional y lograr incorporar la confianza como un valor de manera tal que pueda transferirse y vivirse en la cotidianidad. En la actualidad, la formación carece de esta dimensión, al parecer estamos más centrados en el desarrollo de otras competencias, no menos importantes, pero que nos han conducido a descuidar este aspecto tan significativo.

• Educar para la paz, promoviendo que los orientadores en formación logren asumir la paz como una herramienta conciliatoria en los procesos de manejo de conflictos y negociaciones; dadas las características de irritabilidad social en la que lamentablemente estamos cada vez más envueltos, se hace imprescindible desarrollar esta habilidad para poder dar respuestas idóneas y convertirse en una persona con valiosos recursos emocionales para manejar y ayudar a manejar situaciones conflictivas.

• Formar para aprender a comprender la construcción de los sentidos y los significados, rescatando la esencia fenomenológica de la Orientación, haciendo patente el respeto y la aceptación incondicional del otro sin la imposición de mis significados y sentidos como si fueran suyos.

• Incluir la corporalidad como una dimensión básica a través de la cual se puede propiciar el desarrollo integral de las personas.

• Incluir en la formación la perspectiva transpersonal como otra alternativa teórica para comprender la integralidad de las personas.

• Formar para trabajar con comunidades interculturales étnicas. También en organizaciones en las cuales el personal que labora es multicultural y se está en contacto con distintas lenguas maternas.

• Construir conductas éticas que se evidencien en el devenir cotidiano del orientador. Abandonar la doble moral y el doble discurso en los que nos encontramos envueltos muchas veces. Esta conducta ética ha de ser modelada por nosotros los formadores.

• Incorporar en la formación el desarrollo de habilidades para el trabajo en equipo, como una competencia medular que permita el desarrollo de sus integrantes y de los sistemas humanos que se benefician con los servicios que prestan.

• Fomentar la investigación desde los diferentes estilos de pensamiento, evitar los dogmas en la investigación y darle la oportunidad a los estudiantes en formación que desplieguen su potencial desde su propio estilo epistémico y no desde el del profesor.

• Crear un sistema que permita el reconocimiento, selección y desarrollo de talentos que hagan contribuciones para que la Orientación como disciplina, se fortalezca.

• Fomentar la visión de un orientador efectivo y eficiente, basada en comprender que su rol es gestionar los procesos de desarrollo de los sistemas humanos, para lo cual debe ser hábil en la detección de requerimientos y recursos, para utilizar en forma eficiente estos últimos en el logro de los objetivos propuestos.

• Explorar, diseñar e intervenir con mayor rigor el contexto comunitario. Cada día la demanda es mayor, y todos los actores en los diferentes contextos expresan que esta es una demanda constante y que para responder a la misma requieren desarrollar mayores competencias.

• Competencias para abordar situaciones infantiles, ya que en todos los contextos la demanda para trabajar con el talento infantil es permanente. Las solicitudes están orientadas a tres tipo de demandas, niños con dificultad en alguna área, niños con requerimientos de desarrollo de talentos incomprendidos y niños con talentos manifiestos, descalificados por sus adultos significantes (familia, escuela y comunidad), por desconocimiento e incapacidad de los adultos para sintonizarse con sus necesidades, situación que se complica cuando las instituciones educativas carecen de instalaciones óptimas para el desarrollo de los mismos.